Movimiento Juvenil Salesiano

La Escuela Salesiana

La educación es fundamentalmente un proceso de construcción y transformación de la cultura, entendida como un modo particular de vivir y habitar en el mundo, de relacionarse con uno mismo, con la naturaleza, con los demás hombres y con Dios.

La escuela Católica es el lugar de la transmisión y resignificación orgánica, crítica, valorativa, histórica y dinámica de la cultura. Persigue este fin desde una visión cristiana de la realidad, mediante la cual la cultura humana adquiere un puesto privilegiado en la vocación integral del hombre; realización de la persona en la dimensión individual, social y trascendente.

Lo que caracteriza y da sentido a la escuela Católica es su referencia a Jesucristo y su mensaje. Los valores del Evangelio se convierten en motivaciones interiores, normas educativas y al mismo tiempo en metas finales.

El carisma salesiano, legado por Don Bosco y la Madre Mazzarello a los primeros salesianos, hoy nos exige, como nunca, estar en el ámbito de la educación católica y salesiana guiando a los niños, adolescentes y jóvenes. En efecto, a través de la escuela queremos revalorizar el carisma y su especificidad educativa, que tiene al Oratorio, en cuanto experiencia educativo pastoral, como criterio permanente.

La tarea educativa es tarea de evangelización; por lo tanto la síntesis educar evangelizando y evangelizar educando expresa no solamente una dimensión cultural sino una dimensión eminentemente pastoral. La evangelización esta ordenada a testimoniar, anunciar, cultivar y celebrar la fe cristiana y a transformar la realidad.

La escuela Salesiana como comunidad que recibe y acompaña

La realización de un proyecto educativo en la escuela católica exige la convergencia de intenciones, de convicciones y de intervenciones educativas por parte de sus miembros. Por eso nuestra escuela orienta sus esfuerzos hasta la formación de un Comunidad Educativo Pastoral (CEP) que sea, a la vez, sujeto y ambiente de educación.

Queremos construir nuestra CEP como un lugar privilegiado de evangelización y educación, donde en un clima de familia asumimos el estilo de la animación y alentamos la corresponsabilidad, lo cual implica:

  • Distintos niveles de animación,
  • Canales explícitos de comunicación,
  • Gestión participativa,
  • Sentido de subsidiaridad en el ejercicio de las responsabilidades,
  • Centralidad de los educandos en la intencionalidad y en las acciones.

De la CEP formamos parte todos los que estamos comprometidos directamente en la acción educativo pastoral:

  • Los alumnos, los padres, los docentes, los no docentes, los directivos y la comunidad religiosa.